"Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles." Bertolt Brecht.

lunes, 19 de diciembre de 2011

"Quiero ver crecer a mi hija".

Petición sentarse a hablar

“Quiero ver crecer a mi hija”.

Ahora solo tiene derecho a compartir con ella dos horas, martes y jueves, y fines de semana alternos.

“Quiero ver crecer a mi hija, porque me lo estoy perdiendo”. Vicente es un castellonense que se divorció hace un año y que, entonces, “no pedí la custodia compartida porque, tal y como estaba la ley, mi abogado me aconsejó no hacerlo, ya que consideraba que el proceso sería caro para no conseguir nada al final”, asegura este ciudadano en concreto.
Sin embargo, ahora, con la entrada de nuevo en vigor de la ley valenciana, por la que el juez de familia, si no existe acuerdo entre los progenitores, aplicará la custodia compartida como régimen preferente para los hijos menores, Vicente se ha decidido a solicitarla. “He presentado ya la demanda, pero la he parado para empezar por la mediación familiar, un procedimiento del que apenas se hace uso, porque es voluntario y no vinculante, pero en el que trabajan profesionales excepcionales y que creo que es el que tendría que servir para todos los casos para evitar el conflicto”.
La historia más reciente de este castellonense se traduce en que con la materialización del divorcio “tuve que dejar mi casa, de cuya hipoteca sigo pagando mi mitad, así como otros gastos, y puedo ver a mi hija dos horas los martes y los jueves, y un fin de semana de cada dos”, explica.
Con este régimen, se pregunta: “¿Qué le puedo enseñar? Si estuviera con ella más tiempo, además de expresar mejor mi cariño y mi afecto, podría transmitirle habilidades y aprendizajes que, así, es imposible, y lo que quiero es implicarme y participar en la educación de mi hija y verla crecer, porque creo que tengo derecho”. De hecho, afirma, “tengo flexibilidad de horarios en el trabajo y cuando mi mujer volvió a trabajar meses después de nacer nuestra hija, yo me ocupaba del bebé”. Una de las decisiones que Vicente ha adoptado para lograr este fin es la de dejar la casa de sus padres, donde se trasladó tras el divorcio en primera instancia, “porque entiendo que cuando mi niña esté conmigo, debe ser en la casa de los dos, aunque supone más gastos y sacrificios para poder llegar a todo”, añade.

la familia // Vicente hace mención a lo duro, lo difícil que resulta el proceso de divorcio, no solo para sus protagonistas más directos, sino también para el resto de la familia, los padres, los hermanos... Destaca también el importante papel que las redes sociales están teniendo para este colectivo al que, por medio de Facebook, por ejemplo, están en comunicación con personas del resto de España y de toda Europa.
Deja claro, por otra parte, al igual que también lo hace el portavoz en Castellón de la Plataforma por la Custodia Compartida, Carlos Segarra, que “lo peor y lo que no quiero es que un juez sea el que tenga que decidir el futuro de mis hijos, ni de los de nadie, sino que haya fórmulas equitativas, que no den todo a una de las partes para privar a la otra de casi todos los derechos”. Rechaza el concepto de niño maleta porque entiende que “la semana que me toque a mí, también podrá estar con su madre, y al revés, no tiene que ser un espacio cerrado, sino que con buena voluntad y acuerdo, los menores solo pueden ganar con la custodia compartida, aunque soy consciente de que no todos los padres la quieren”. H

http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/temadia/ldquo-quiero-ver-crecer-a-mi-hija-rdquo-_705879.html

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