Por Paula Ballesteros.
Fernando Peralta, con solo 23 años, inicia su segunda huelga de hambre por el derecho a ver a su hija. La primera en Ciudad Real, ahora comienza en Madrid. “En esta ocasión no me dejaré engañar”, dice. “Me prometieron ver a mi hija en 15 días en un punto de encuentro, pasaron los días y al reclamar el incumplimiento de promesa, alegaron que durante el mes de agosto, mes en el que reclamó, la justicia se paralizaba”.
Fernando esperó hasta septiembre, en ese mes la justificación se apoyó en la falta de abogado de su ex pareja. Llega noviembre, se concede el abogado a la ex pareja, pero las disculpas sorprenden por la inagotable fuente de estupideces en las que los juzgados de familia basan su descarado partidismo.
En esta ocasión al padre le reclaman la prueba del ADN para demostrar que lo es. El tiempo, como en todos los casos de clara violación de los artículos de la Constitución, es el aliado de quienes utilizan la justicia como negocio, convirtiendo al hombre en un ser sin sentimientos y a la mujer en víctima, sin diferenciar entre lo que es un delito y un derecho.
Ya es la segunda vez que Peralta se pone en huelga de hambre: en la imagen, aparece en Ciudad Real el pasado verano, cuando comenzó su calvario
Se utiliza el asesinato y a las víctimas, para mantener medidas inhumanas cuyas consecuencias se están notando en la sociedad, pero que en un futuro próximo los hijos producto de la inmoral falsedad de protección a la mujer, serán la generación carente de valores familiares, resentidos y posiblemente manipuladores, preguntándose el valor que les han dado sus madres al negar su derecho a tener padre.
Madres que como Judas los venden por dinero, resentimiento, carencia total de madurez y con la osadía de meterse en la misma categoría de las verdaderas madres y víctimas del maltrato: mujeres que pagan en muchos casos con su vida, el comportamiento de verdaderos bestias con los que se pretende igualar a estos padres, que por sus hijos no matan pero ponen en riesgo sus vidas.
Padres no solo silenciados por las maniobras de la falsa justicia ante la que no todos somos iguales, ignorados por una sociedad mecida en la demagogia barata y rentable para quienes predican y defienden lo indefendible, como negocio financiado por todos los contribuyentes incluidos estos padres, convertidos en renta vitalicia, chantajeados con la peor coacción, su temor a perder a sus hijos.
Somos una sociedad hipócrita, el altruismo se ha institucionalizado y en muchos casos utilizado como turismo, reclamando el reconocimiento de la gesta aunque por rescatar a la ONG irresponsable, el resto de los españoles tengamos que pagar a los delincuentes que los han raptado.
Nos gusta sentirnos el país más solidario donando órganos, acudiendo a los rescates de cualquier país víctima de terremotos, inundaciones etc. Leemos en la prensa con grandes titulares las ayudas, contra las que no tengo nada, y cómo España ocupa uno de los primeros puestos en la escala de la solidaridad... mientras permanecemos impasibles ante la terrible realidad de los habitantes de Lorca.
Los españoles necesitamos palestras donde los charlatanes nos vendan la moto sobre la que no nos preguntamos su rendimiento o necesidad de comprar. Simplemente compramos para poder quejarnos y llenar el vacío que deja la carencia de valores sobre los que se mantiene un verdadero estado del bienestar. Lo que ahora tenemos es el bienestar del estado para el que somos peones esclavos de la sociedad feudal que nos gobierna.
Pinchen en este ENLACE, es un blog en el que padres (esos seres monstruosos) se unen recogiendo y tratando de dar a conocer la verdad sobre la hipócrita justicia gobernada y manipulada por asociaciones que se llaman a sí mismas feministas, sin saber la ofensa que representa para las que lo hemos sido y seguimos siéndolo, sin necesidad de pisotear los derechos del hombre y de los menores.
Claro que, la mujer que pensamos y manifestamos con rotundidad la indignación que nos produce el retraso de lo que hemos conseguido, somos merecedoras, según los mercaderes de almas, de ser representantes del neomachismo. Como decía Fernán Gómez “a la mierda".
Los casos de padres en huelga de hambre se están convirtiendo en la única llamada de atención desesperada y la ciudadanía no podemos permanecer impasible, sorda y ciega. José Luis Lago estuvo hospitalizado durante la suya, le costó la salud y las secuelas de su lucha desesperada no le impiden acompañar a Fernando Peralta.
Lago, ha perdido casa, coche, todo lo que ha sido su vida menos la necesidad de dar a conocer la situación de muchos padres solidarizándose como en esta ocasión con el compañero que frente al Ministerio de Justicia en Madrid reclama un derecho que la
Constitución le reconoce y la Ley del Menor protege. Derechos reconocidos y respetados en la ONU e ignorados en este País llamado España.
El negocio del dolor sigue siendo rentable, ni se terminarán las víctimas de asesinato, ni la mujer podremos sentirnos orgullosas de lo que con el verdadero feminismo conseguimos para que nuestras hijas e hijos tuviesen el mismo rango de personas.
http://www.eldigitaldemadrid.es/articulo_c/general/2766/fernando-peralta-en-huelga-de-hambre-por-su-hijo
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